Skip to main content

America's Military Isn't a Political Prop

June 13, 2025
Newsletters

Dear Friend,

This is Congresswoman Nellie Pou writing to you about the use of the U.S. military in California and on the streets of our nation’s capital. I want to discuss why I think both are dangerous developments for America.

This weekend, the government will stage a large-scale military parade including tanks through the streets of Washington, D.C. The parade is officially marking the U.S. Army’s 250th birthday. It is also being held on Donald Trump’s 79th birthday.

America has typically not held military parades like this because we don’t need to show off. Parades of tanks and missiles are typically conducted by autocratic states like the Soviet Union and North Korea, led by insecure dictators. Paraphrasing the words of Teddy Roosevelt, in America power is projected with quiet strength.

Furthermore, it is estimated that this parade will cost up to $45 million and cause at least $16 million in damage to roads that were not built for tanks. I think the parade is a waste of money and a negative sign for our nation.

What has been happening in Los Angeles is more important and alarming. 

In response to the unrest and violence in California, the President has ordered thousands of National Guard troops and U.S. Marines to put down the riots. His order marks the first time in 60 years that a President has activated a state national guard without request by the state’s governor. 

Let me be very clear: people who riot or attack police officers are breaking the law and they should be prosecuted to the fullest extent of our laws. That is true of the people who rioted at the Capitol on January 6, 2021 and it is true today in Los Angeles. 

However, I reject any President having the power to use the military against American civilians whenever he wants. Indeed, Donald Trump’s directive does not mention Los Angeles or California; instead, it gives the Secretary of Defense blanket authority to “employ any other members of the regular Armed Forces as necessary.” If troops are needed to help end any unrest, that is one thing. In fact, the governor of California has said troops are not needed.

Perhaps more striking, Trump’s order asserts that these protests in California are a form of “rebellion against the authority of the government of the United States.” While these protests are against federal government policy, this policy is a stretch and resembles the practice in recent history of norms being suspended as a pretext of granting expanded power to a leader. 

Taken together, these policies by the government bestow on Donald Trump open-ended power to wield military troops in American cities against American citizens. That is deeply dangerous. 

Throughout our long national history, federal troops and tanks have never been used in American streets to intimidate civilians or put down nonviolent dissent. We should never, ever normalize the presence of tanks in American streets.

Our entire future depends on preserving our freedom and opposing any politicization of the military. I will remain vigilant and vocal to these threats.

Sincerely,

Nellie Pou
Member of Congress


Estimado amigo:

Le escribe la congresista Nellie Pou para hablarle sobre el uso del ejército de Estados Unidos en California y en las calles de nuestra capital nacional. Quiero explicarle por qué considero que ambas acciones representan un desarrollo peligroso para nuestro país.

Este fin de semana, el gobierno organizará un desfile militar a gran escala, incluyendo tanques, por las calles de Washington, D.C. Oficialmente, el desfile conmemora el 250.º aniversario del Ejército de los Estados Unidos. También coincide con el cumpleaños número 79 de Donald Trump.

Estados Unidos, por lo general, no realiza desfiles militares de esta naturaleza porque no necesitamos hacer alarde de nuestra fuerza. Los desfiles de tanques y misiles suelen verse en países autocráticos como la ex Unión Soviética o Corea del Norte, dirigidos por dictadores inseguros. Parafraseando a Teddy Roosevelt, en Estados Unidos el poder se demuestra con firmeza, pero sin estridencias.

Además, se estima que este desfile costará hasta 45 millones de dólares y provocará al menos 16 millones en daños a carreteras que no fueron diseñadas para soportar tanques. En mi opinión, se trata de un despilfarro y de una señal preocupante para nuestra nación.

Lo que está ocurriendo en Los Ángeles es aún más grave y alarmante.

En respuesta a los disturbios y actos de violencia en California, el presidente ha ordenado el despliegue de miles de efectivos de la Guardia Nacional y de Infantes de Marina para sofocar las protestas. Esta orden marca la primera vez en 60 años que un presidente activa la Guardia Nacional de un estado sin el consentimiento del gobernador de ese estado.

Quiero ser muy clara: quienes participan en disturbios o atacan a oficiales de policía están violando la ley y deben ser procesados con todo el peso de la justicia. Eso fue cierto para quienes participaron en el asalto al Capitolio el 6 de enero de 2021, y lo es también hoy en Los Ángeles.

Sin embargo, rechazo la idea de que un presidente pueda usar el poder militar contra civiles estadounidenses a su antojo. De hecho, la directiva de Donald Trump no menciona a Los Ángeles ni a California; en cambio, le otorga al Secretario de Defensa autoridad general para “utilizar a cualquier otro miembro de las Fuerzas Armadas regulares según lo considere necesario”. Si se necesita la presencia militar para restaurar el orden, ese es otro tema. Pero el propio gobernador de California ha dicho que no se requiere la ayuda de tropas federales.

Más preocupante aún, la orden de Trump afirma que estas protestas en California constituyen una “rebelión contra la autoridad del gobierno de los Estados Unidos”. Si bien es cierto que estas protestas expresan oposición a ciertas políticas del gobierno federal, calificarlas como una rebelión representa una exageración peligrosa que se asemeja a la práctica, cada vez más común, de usar crisis como pretexto para expandir el poder presidencial.

En conjunto, estas decisiones del gobierno otorgan a Donald Trump una autoridad sin límites para desplegar tropas en ciudades estadounidenses contra ciudadanos estadounidenses. Eso es profundamente peligroso.

A lo largo de nuestra historia, nunca se han utilizado tanques ni tropas federales en las calles de nuestro país para intimidar a civiles o reprimir protestas pacíficas. No debemos, bajo ninguna circunstancia, normalizar la presencia de tanques en las calles de Estados Unidos.

Nuestro futuro depende de que preservemos nuestras libertades y de que rechacemos cualquier intento de politizar a las fuerzas armadas. Seguiré atenta y alzando la voz ante estas amenazas.

Atentamente,


Nellie Pou
Miembro del Congreso de los Estados Unidos